DIARIO DEL 31 DE DICIEMBRE

Esta nevando, es una noche cerrada, hermosa y estamos todos en el parque esperando las 12 de la noche. Es 31 de diciembre, todos hemos bebido un poco, todos hemos bebido bastante… son casi las 12… esperamos un nuevo año, nuevos sueños comienzan, viejos proyectos se acaban…

El parque esta lleno de gente, chicos, grandes, todos queremos despedir el año viejo.

Mi marido esta más adelante hablando con un colega del trabajo. Yo me quede detrás, no se como paso…tampoco me había dado cuenta de que estabas exactamente a mi lado… comenzó la cuenta regresiva… las campanas de la catedral comenzaron a sonar y el reloj digital marcaba 44, 43, 42, 41… De pronto sentí el calor de tu mano a través de tu guante, a través de mi guante, mi mano, tu mano... estamos de la mano!! Mis pulsaciones se disparan y me pasa un torbellino por el estomago, el corazón me late a tres mil por hora… me diste la mano, mi marido esta a tres personas delante nuestro y estamos de la mano…

No me miraste. No te mire. Nos tomamos de la mano intuitivamente, sin exponernos y de un modo muy cómplice. La mirada fija en el reloj digital a la izquierda de la catedral. Tu mirada, mi mirada. Estamos de la mano y nadie se da cuenta!…El corazón me estalla, tengo ganas de reír, de reír a carcajadas, pero no digo nada. No voy a moverme ni un milímetro. Gritamos: 23, 22, 21… el tiempo parece estático. Las campanadas de la catedral suenan cada vez más fuerte y con una contundencia atroz. Ya ni se a donde esta mi marido. Gritamos 3, 2, 1, estalla el cielo en mil fuegos de artificio, me miras, yo te miro y por un segundo creo que nos besamos…o creo que quisimos besarnos. Feliz Año Nuevo!